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Tablas conductuales.

Actualizado: 17 nov 2021

Muchas veces nos encontramos en la situación de no estar seguros de si estamos haciéndolo bien o si estamos empeorando el comportamiento de nuestros niños por nuestra propia frustración. Pero, ¿es esto cierto?...

Desde mi punto de vista y mi experiencia he de decir que no, no hay una fórmula secreta en los niños, no vienen con un libro de instrucciones bajo el brazo al nacer, y cada niño tiene una conducta propia, cada uno tiene una manera muy diferente de actuar y de manejar su frustración frente a la situación de cada día.

Cuando nos encontramos en la situación de enfrentarnos a niños y niñas con diferentes conductas conflictivas o tensas la mejor solución siempre es ir probando diferentes técnicas, porque no con todos funciona de la misma manera, y el enfado extremo por parte del adulto nunca es la solución. ¿Por qué? Porque la fase de rabietas es una fase por la que pasan todos los niños, se encuentran en un continúo cambio emocional y una fase egocéntrica, lo que hace que todavía les resulte más complejo comprender algunas situaciones, en esos momentos la verdadera importancia se centra en uno mismo y su necesidad.

Muchas veces los adultos tendemos a enfrentar estas situaciones quitando importancia a lo que sucede y queriendo imponer nuestro mando como si de una jerarquía se tratara, pero una de las formas que se debe utilizar para tratar estas situaciones es a través del dialogo, ya sea en el momento de tensión si el niño o niña lo permite, o en el momento que la tensión haya sido reducida y permita crear un momento de diálogo y comprensión en el que exponer lo sucedido y sus sentimiento.

¿Pero qué pasa si todavía no sabe hablar? En ese caso podemos trabajar a través de la técnica pregunta-respuesta, conociendo el vocabulario que maneja y su capacidad comprensora podemos llegar a conocer cuales han sido sus frustraciones y que es lo que le ha llevado a este comportamiento.


Porque el trabajo de la conducta a veces se convierte en un suplicio y en un momento de mucho estrés por el hecho de no saber cómo controlar la situación os traigo una tabla de control conductual. Estas tablas pueden ser muy beneficiosas en muchas ámbitos, y podemos alcanzar la capacidad de mejora del comportamiento e incluso de la autonomía en casa.

¿Cómo se utiliza?

Esta tabla recomiendo que sea impresa en DIN-A3 para que sea mucho más visual, y plastificada para evitar su deterioro. Una vez esté preparada, se trabajará a través de pegatinas que motiven al niño/a y que puedan ser identificativas para el comportamiento, como por ejemplo el gomet verde para un buen comportamiento o un gomet rojo para un mal comportamiento. Y al estar plastificada se puede trabajar con rotuladores delebles (borrables).

Al final del día se dedicará un tiempo de repaso sobre lo que ha sucedido durante el día, analizando las diferentes situaciones y valorando el color que se va a colocar en cada casilla según los criterios establecidos.

Se deben de tener muy en cuenta cada situación, y ser comprensible con los más pequeños, ya que no se debe ser demasiado duro y comprender que son etapas que acabarán pasando y que no se deben ver afectado un buen comportamiento durante el día por una pequeña rabieta.

Este control se realizará diariamente, hasta completar la tabla semanal, que será analizada el último día, y en caso de haber logrado mayoría de gomets verdes (buen comportamiento) recibirá un premio, y en caso de mayoría de rojo (mal comportamiento) un castigo.

Este es otro punto muy importante, ¿Qué es un premio y qué es un castigo? Estos deben ser siempre POSITIVOS para fomentar su crecimiento personal, porque castigándoles con algo que no les gusta sólo empeorará su concepto hacía aquello. El premio deber ser algo que le guste, no es necesario que sea algo material. Los niños se conforman fácilmente, y son felices con muy poquito, lo que más solicitan es tiempo con los que le rodean y quiere. Y un castigo positivo se centraría en no hacer algo que le guste un día, cómo por ejemplo ir al parque.

A esto se le puede sumar el uso de una tabla mensual con los más mayores, ya que comprenden los periodos a largo plazo.

¿Qué trabajamos?

  • La conducta.

  • Conducta a la hora de las comidas y el nivel de autonomía volutario.

  • El orden de los juguetes y capacidad de limpieza autónoma.

  • Espacio libre para dedicarlo a la higiene u otros conceptos necesarios dependiendo del niño/a.



Espero que esto os haya servido y podéis compartirlo en las redes etiquetándome @educa_marta.




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